La planificación por definición es el proceso de toma de decisiones para alcanzar un futuro deseado, y financieramente, permite establecer objetivos claros para alcanzar metas de las actividades económicas que desarrolles o simplemente de tu vida diaria.
Durante el transcurso de la vida laboral, siempre hay ideas de negocios, de crear y llevar a cabo un anhelo o un sueño. Pero no permitas que sólo se queden en ideas, todo puede ser posible mientras mantengas las ideas claras de lo que realmente quieres hacer; planteando esto primero, puedes ir trazando objetivos como quieres lograrlo y eventualmente determinar la cantidad de dinero que necesitas para poder emprenderlo, no importa que desde el principio no cuentes con los recursos para iniciar.
Algo importante por lo cual puedes empezar es en organizar cómo llegar a esa meta y qué necesitas para lograrlo; por esto te damos estos tips para que te puedas orientar:
Establece un objetivo claro de lo que quieres hacer y hasta dónde quieres llegar. Ejemplo (Una panadería de barrio, una tienda en línea, una cafetería, etc).
Establece metas puntuales que definan el objetivo anterior como: la ubicación, los permisos y licencias, etc.
Estipula los tiempos o plazos que crees necesarios para lograr el objetivo. Ejemplo (Escala de tiempo, cronograma de actividades, diagramas de Gantt, etc)
Crea un presupuesto, identificando los valores necesarios que establezcan el cumplimiento de esos objetivos como: materias primas, arriendos, empleados, servicios públicos, costos de producción, publicidad etc.
Es importante tener control sobre el presupuesto, evitar que la asignación de los recursos no se desvíe del propósito y objetivos propuestos inicialmente.
Gracias a la planeación financiera, las organizaciones logran conseguir sus metas y lograr un crecimiento constante. Pero esto, no sólo puede aplicarse a las organizaciones si no a las personas naturales, ya que el buen manejo de tus ingresos y gastos, te permitirá conseguir todas las metas que conforman tu realización personal.
“El futuro económico, y no económico, de una persona lo determina más la buena o mala gestión del dinero que haga esa persona que los ingresos que llegue a tener a lo largo de su vida”. Gregorio Hernández Jiménez”.